"Recuerda," las palabras de su amiga hicieron eco en su mente "es expresarte, pero también es público."
Meditó cautelosamente lo que escribiría, sus dedos flotaban sobre el teclado, pero no llegaba a encontrar exactamente lo que buscaba en su mente. Dubitativa, giró la silla y le dio la espalda a la computadora, y miró por la ventana. ¿Qué escribiré?
Siempre había sabido que no existía tal cosa como no tener ideas. Todo eran ideas. Para no tener ideas habría que dejar de pensar.
¿Y ella? Oh, por supuesto que pensaba. Imposible no pensar, con todo lo que...
Sin embargo, cada vez que intentaba recordar un momento particular de cierta velada, su mente se cerraba. Era como si algo dentro de ella misma quisiera evitar que lo recuerde.
Aunque en realidad lo recordaba, bastante claro. Demasiado claro. Pero no quería recordarlo.
Sin embargo, recordó por qué había eliminado su blog anterior: Cada entrada le recordaba a un error, a un momento en el que, de una forma u otra, la había cagado ante alguien frente a quien definitivamente no quería cagarla.
La inspiración la golpeó casi divinamente, y escribió. También estaba recordando cómo la había cagado alguna vez, y posiblemente lo borraría todo en un futuro esperaba distante. Pero en ese momento no importaba realmente, porque al escribirlo podía ver sus errores como una persona más.
Una persona que no la juzgaría, porque si alguien la había visto cometiendo ese error en particular, estaba cagada.
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