Los Zapatos

El cuento que me dejó victoriosa mi primera noche en Lucha Libro. Los elementos fueron "cerveza", "taxi" y "cocodrilo".

El taxi olía a mierda. ¿Qué acaso el tipo no se bañaba?
Baje aliviado, pagué, y subí a mi departamento en el quinto piso, queriendo descansar al fin. El trabajo me tenía muerto. Abrí una cerveza, me la tomé en menos tiempo del que me gustaría admitir, y me metí a la cama. Cuando estaba a punto de conciliar el sueño, empezando a soñar con un cocodrilo azul, escuché pisadas en el piso de arriba. Pasos delicados, pero fuertes. Clac, clac, clac. Una mujer con tacos. Era la tercera noche seguida.
Carajo, pensé.
Bajé a preguntarle al portero. Quería callar los pasos de una vez para poder dormirme de una vez.
“Señor,” le dije “quién es la señorita que vive en el 601?”
Me miró extrañado.
“En el 601? Está loco, caballero. En el 601 no vive ninguna señorita.”
Palidecí.
“En el 601,” continuo, “vive un señor medio raro de unos 80 años, jubilado, que nunca recibe visitas.”